lunes, 18 de junio de 2018

Un viaje inspirador, "MARÍA GONZÁLEZ"


"En un viaje a Bolivia me enganché a la artesanía textil y no paré hasta dar con un taller donde aprender”,   hace un mes comenzó su primer curso. “Preparar el telar lleva horas y tienes que ser muy meticulosa, pero tejer es más fácil de lo que pensaba”

“Para empezar, sólo necesitas ganas –asegura Teresa Rosa Aguayo, artista plástica y dueña del taller Teranyina–. En seis horas puedes hacerte una bufanda sencilla, y se aprende rápido”. Rosa explica muy gráficamente los dos tipos de tejido que se realizan en telar: en los de bajo lizo o a la plana se elabora “tejido útil” –telas, fulares, mantelería…–, y los de alto lizo se emplean para tejidos ornamentales, como tapices y alfombras. El lizo es el bastidor que sostiene la urdimbre sobre la que realiza la trama. Hay telares de 4, 8, 12 o más lizos, que se accionan con pedales o palancas; cuantos más tengan, más opciones de dibujo. Si es alto lizo, se trabaja sólo con las manos.

Para aprender a tejer primero hay que montar la urdimbre. Después, normalmente durante un mes, se trabaja una muestra con diferentes tipos de enhebrados. Pasado ese tiempo, los alumnos ya están preparados para trabajar los diseños que deseen. En unas siete horas, un principiante puede tejer hasta 1,6 m.


Es una buena terapia manual, pero también usas la cabeza, porque debes pensar en el número de puntos. Es una desconexión mental muy creativa.
Hasta en este arte antiquísimo la tecnología abre nuevos caminos, la Francesca Piñol,tiene en su taller el único telar manual digital de jacquard de España. Este tipo de telar permite que cada hilo trabaje independientemente, no varios en línea, con lo que, por ejemplo, se puede crear adamascados. Cuando se inventó en 1801 fue una revolución porque usaba tarjetas perforadas para tejer los patrones, de modo que hasta los más inexpertos podían elaborar complejos diseños. Ahora, con el telar manual digital basta con dibujar el diseño, transformarlo en un archivo fotográfico y digitalizarlo para que el telar sepa qué hilo levantar o no. “Todos sabemos manejar ordenadores, de modo que con un telar digital puedes llegar más allá en diseño. Te abre la mente.







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